Sunset Boulevard, o más conocida en nuestro país como El
Crepúsculo de los Dioses es una película de 1950, dirigida por Billy Wilder y
protagonizada por Gloria Swanson y William Holden. A lo largo de este blog
comentaremos muchas más películas de Billy Wilder, pero, personalmente, y sin
desmerecer al resto, esta es mi película favorita de este director. Esta fue,
quizás, una de las primeras películas de cine clásico que vi, y fue la que me
hizo que, aquí un servidor, se enamorará de los fotogramas en blanco y negro.
Esta película es un claro ejemplo del uso de los recursos
del metalenguaje, es decir, el cine se analiza a si mismo. A lo largo de los
poco 105 minutos de duración del film veremos la cara B de Hollywood, las luces
y las sombras de la gran cuna del cine, y lo efímero del estrellato.
La muerte
del cine mudo
El argumento de Sunset Boulevard se centra en la figura de
Joe Gills (William Holdem), un guionista de Hollywood que está atravesando una
mala racha profesional, y que se plantea abandonar su trabajo de guionista para
volver a su ciudad natal. Pero por casualidades del destino, su camino se
cruzará con Norma Desmond (Gloria Swanson), antigua gran estrella del cine mudo,
que vive en una gran mansión acompañada unicamente de su mayordomo Max von Mayerling (Erich von Stroheim) estancada en sus años de juventud y fama. Norma quiere regresar al
cine, y se aprovecha de Joe para escribir un guión que le permita colocarse de
nuevo delante de las cámaras. El joven guionista sabe que las posibilidades de
que esto ocurra son nulas, pero el interés y la necesidad económica dan lugar a
que se preste al juego de la antigua actriz. Sin embargo, conforme la confianza entre ambos empieza a
crecer, y su relación a cambiar, la situación se volverá más complicada hasta
el punto de llegar a un trágico desenlace que ya se nos presentaba al principio
de la película.
Mención aparte requiere la historia que surge entre los dos jóvenes
guionistas del film. Una atraída por el talento del otro, y él conquistado por
la belleza y la frescura de la que goza Betty Schaefer (Nancy Olson) y que
tanto escasean en la vida que él está construyendo en su mansión de Sunset
Boulevard.
El
autoanálisis del cine
Toda la película es una reflexión sobre cómo se mueve el
sistema de Hollywood, como un día estas en la cumbre y al día siguiente te han
olvidado, y esto les ocurre tanto actores y actrices, así como directores e
incluso guionistas. La película refleja un problema real que afecto a muchos actores
y actrices de la época. La llegada del cine sonoro acabo con la carrera de
grandes estrellas que no supieron adaptarse a este cambio. Este problema que afecto
a numerosas personas del star-system se verá reflejado en muchas películas de
la época (se me viene a la cabeza cierta película cuya canción más famosa es
cantada paraguas en mano).
Sin duda, el personaje de Norma Desmond es el que eclipsa a
todos los demás, el que atrae todas las miradas y el que da las grandes escenas
a la película. Al igual que su personaje, Norman nos domina, nos hace entrar en
su juego, y construye un universo donde ella es la absoluta protagonista. Este
personaje, interpretado por Gloria Swanson, guarda muchas similitudes con la
vida real de la actriz. Gloria Swanson también fue una gran actriz del cine
mudo, llegando a ser conocida internacionalmente, vivía en un palacete de
estilo italiano, su carrera cinematográfica se trunco con la llegada del cine
sonoro, e incluso algunas de las frases que se dicen en la película, como que
llegaba a recibir 10.000 cartas de admiradores a la semana, también se
comentaba de la actriz en su vida real.
Algunos personajes de la película se interpretan a ellos
mismos, como es el caso del director De Mille, e incluso el papel del criado de
Norma, Max, es interpretado por el antiguo director Erich von Stroheim, que
llego a trabajar en la vida real también con Gloria Swanson.
Hay que hacer también especial hincapié en los recursos
narrativos de la película. Hoy en día, donde está tan de moda el hecho de
empezar una película por su final (podemos recordar aquí películas como Memento
de Christopher Nolan, o Pulp Fiction de Tarantino) Sunset Boulevard fue una de
las primeras películas en utilizar este recurso. Es el propio protagonista el
que se convierte en el narrador de la historia, a través de una voz en off que
se dirige directamente a nosotros, los espectadores.
En la retina del espectador quedan grabadas para siempre
algunas de las escenas más memorables del cine clásico que presenta esta
película, siendo especialmente conocida el famoso descenso de las escaleras que
protagoniza Norma en los últimos minutos de la película, y donde nos recuerda
que “Las estrellas no tienen edad”
Cambios en
el cine de ayer y hoy
Y ahora la reflexión que hago siempre, ¿por qué nos hemos
decidido por esta película para crear una entrada?
Bueno, dejando a un lado el hecho de que es una de mis
películas favoritas de todos los tiempos, el hecho de que me haya decidido por
hablaros de Sunset Boulevard es mostrar que los cambios que se producen en las
grandes producciones no son solo cosa de hoy, se suceden continuamente y
revolucionan por completo todo el sistema de visionado del cine.
Podemos pensar que a día de hoy el cine está sufriendo una
de sus mayores y más revolucionaras transformaciones con universos enteros creados
simplemente con un croma y un ordenador, personajes de lo más variopinto que ni
siquiera existen en la realidad, la sustitución de los actores y actrices por
personajes virtuales, etc. Pero ya ha habido grandes cambios en el mundo del
cine anteriormente, como es el caso que estamos tratando, la sustitución del
cine mudo por el cine sonoro.
Lo que a día de hoy nos puede parecer de lo más normal, en
su momento supuso toda una gran revolución, muy similar (e incluso me atrevería
a decir que mayor, por el contexto de la época) a la que estamos viviendo hoy
en día con los efectos especiales. Al igual que ocurre hoy, en los años 20-30,
las películas sonoras cambiaron la forma de ver el cine.
Como dice Norman Desmond en la película, “Hollywood tenía
los ojos, y también quería los oídos”. Mi pregunta es: ¿cuál será el siguiente
gran paso que darán? Estaremos aquí para dar cuenta de él.
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